Plantar pasto en tu jardín no sólo mejora el aspecto de tu casa, sino que también puede ser clave para mejorar tu calidad de vida. A continuación, te presentamos cinco beneficios científicamente comprobados de tener pasto en tu hogar:
- Mejora la salud mental
Múltiples estudios demuestran que el contacto con pasto natural reduce los niveles de estrés y ansiedad, lo que contribuye a una mejor salud mental. Esto es de particular importancia para familias con niños pequeños, ya que favorece un entorno familiar saludable.
- Los pastos densos ayudan a reducir alergias
Dependiendo de la variedad, hay pastos con follaje denso que dificultan la propagación de hierbas, las cuales comúnmente provocan alergias. El pasto San Agustín es una excelente opción para reducir alergias, ya que, además de ser denso, es menos alergénico que otras variedades, como el pasto Bermuda o Bahía.
- Reducen la cantidad de polvo en el hogar
El pasto capta polvo, lo que disminuye la cantidad de partículas en el aire. Como resultado, hay menos polvo dentro de los hogares y sobre los autos estacionados en el exterior, así como en objetos cerca del jardín, como asadores, sillas de exterior y juegos para niños.
- Mayor captación de agua para el jardín
El pasto ayuda a capturar agua de las lluvias, lo cual es beneficioso para las plantas a su alrededor. Además, la captación de agua ayuda a prevenir inundaciones, ya que se reduce el agua “sobrante” durante las temporadas de lluvia.
- Ayuda en la disipación del calor
El pasto contribuye a disipar calor al absorber la energía solar y liberar agua a través de sus briznas. Esto resulta en temperaturas más bajas del suelo y de las estructuras cercanas, lo cual es especialmente beneficioso en zonas áridas.
Estas son sólo algunas de las razones por las cuales tener pasto puede ser muy beneficio para tu hogar. ¡No esperes más para plantar el tuyo!
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